En primavera, la ciudad también despierta. Los rayos de sol iluminan el asfalto -ya de por sí transitado-, las piedras de los edificios adquieren nuevas coloraciones, los balcones bostezan al ritmo de las persianas que se abren para inhalar la brisa matinal, los árboles se visten de verde y las flores de gala mientras las palomas arrullan animosas en busca de nuevos compañeros. Existe un dinamismo rutinario casi perceptible en este paisaje urbano que da la bienvenida a la época de las nuevas esperanzas.
Después de un largo letargo de actividad discontinua, la vida vuelve a renacer. Florecen los retos y se desvanecen las incertidumbres. Los ánimos brillan rejuvenecidos mientras aceptamos seguir con optimismo por ese tejido de callejuelas llenas de claros y oscuros.
Como una Rosabella contemporánea –en referencia al magnífico libro ‘Y despiertas mientras las mariposas hilan’ de Joana Santamans y Nina Da Lua– me dispongo a recorrer un nuevo camino con menos piedras en los bolsillos. Con los ojos siempre abiertos y los pies –casi siempre- en el suelo.
(Palabra clave: Esperanza)
[STREET STYLE]
Chaqueta floral: Scotch & Soda
Falda: H&M
Sneakers: Nike
Corona de flores: [eliurpí]
[BCN INSPIRA]
Localización: Barri del Born
(Plaza de la Puntual, calle de l’Allada-Vermell, Plaza de Sant Agustí Vell y calle Montanyans)

Agradecimientos:
Fotos: Marc Medina